martes, 31 de enero de 2012

ILUMINACIÓN, la nueva estrella en la fabricación del mobiliario de cocina.

Para todos los fabricantes de muebles de cocina, en el momento de diseñar un nuevo proyecto o colección de muebles de cocina, uno de los grandes olvidados era la iluminación.

Tanto en la cocina como en el resto de la casa debemos tener en cuenta que tenemos que iluminar y como lo haremos.

La luz tiene poder para generar emociones y bienestar, así sentirse decaído o alegre, activo o cansado, melancólico o eufórico. Esto depende de muchos factores incluido la iluminación.

La luz con la que iluminamos nuestra casa puede afectar a nuestro estado de animo al igual que un día gris provoca en la mayoría una sensación de tristeza o desasosiego, y un día soleado nos puede animar.
Esto es lo que se conoce como iluminación emocional, una ciencia que intenta conectar con el alma de las personas por encima de propuestas sostenibles y respetuosas con el medio ambiente o diseños nuevos con formas y materiales diferentes o modernos.

Una vez más pretendemos que la tecnología nos ayude a vivir mejor y de este modo ser más felices. Para alcanzar estos objetivos debemos controlar factores como la intensidad, el color y la calidad de la luz artificial.

Todos los diseñadores y fabricantes de muebles de cocina deberían buscar nuevas fuentes de inspiración en la luz, su distribución y diseño.

De forma general, como ocurre con los colores, debemos tener en cuenta que los colores de las luces crean sensaciones que nos influyen. Tenemos las luces frías que pueden ser blancas, azules o verdes y que favorecen la concentración y crean atmósferas más asépticas, por lo tanto ideales para estancias donde hay que estar intelectualmente activos (despachos, cocinas y baños).

En cambio las luces cálidas, rojas, anaranjadas o amarillas resultan más acogedoras y transmiten mayor sensación de confort, por eso se recomiendan en espacios destinados al descanso o relax, como dormitorios y zonas de estar.

Otro aspecto importante que debemos estudiar es la potencia de luz que necesitamos según el espacio que estemos reformando. La potencia lumínica se mide en vatios (W) y se aconsejan determinados W por metro cuadrado según el uso de la estancia.

Así para las zonas activas como la cocina, con su campana decorativa que puede ser una fuente de luz, el despacho o el comedor necesitamos una media de 15-20 W/m2. Para las zonas pasivas como los dormitorios o el salón necesitamos unos 10 W/m2.
Como vemos podemos ayudarnos de los conocimientos para adaptar los espacios a nuestras necesidades y deseos.

Todos estos aspectos que he comentado sobre la iluminación, se vuelven especialmente importantes cuando diseñamos el mobiliario de cocina, ya que ahora, la mayoría de los fabricantes de muebles de cocina, incorporan la “luz” como una opción en sus muebles de cocina.

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